Primer día de la supuesta república catalana y la lucha entre justicia y moral en la novela de José Alberto Callejo

Por la derecha, Vicente Almenara y José Alberto Callejo junto a dos tertulianos
Ambiente de la tertulia el 30 de octubre de 2017

El pasado lunes 30 de octubre tuvo lugar una nueva tertulia cuyo eje central fue la independencia de Cataluña. Con opiniones dispares y una incertidumbre común sobre lo que ocurrirá en España ante tal acontecimiento, los participantes siguieron los planteamientos del presidente, Vicente Almenara, que introdujo la temática recordando que se trataba del primer día de la supuesta república y los efectos del artículo 155 de la Constitución Española.
 
Sin duda alguna, la gran mayoría de los tertulianos defendieron la necesidad de aplicar el 155, pero los mismo creyeron que la forma en la que el Estado lo ha ejecutado ha dejado mucho que desear. Así, algunos lo consideraron “muy flojo”, mientras otros garantizaron que la aplicación del artículo 116 en su lugar hubiera sido la solución perfecta a todos los males que sufre el territorio nacional desde que Cataluña decidió declarar la independencia.
 
“Cárcel y mano dura”, puntualizó uno de los participantes, es lo que consideró que el gobierno español debía haber hecho con los cabecillas de esta separación, en especial con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que decidió irse ese mismo primer día de su “república” a un reino, Bélgica, un gesto que fue objeto de incomprensión por parte de los presentes, que denominaron su actitud como una “auténtica tomadura de pelo”. Además, una gran parte de los reunidos no tuvieron reparos a la hora de llamar “circo” a esta declaración de independencia que aseguraron “está mal hecha”.
 
Aunque algunos consideraron que las próximas elecciones autonómicas para Cataluña fijadas por el Gobierno de España para este 21 de diciembre, son “innecesarias”, alegando que “esto no se arregla ni en 52 días ni en seis meses”, la gran mayoría resaltó que la fecha elegida por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es acertada. Como respuesta, algunos otros tertulianos defendieron que se trata de “un arma de doble filo” y un tiempo en el que los independentistas pueden prepararse para conseguir resultados a su favor. Una vez más, la incertidumbre se apoderó de la sala, en Los Patios de Beatas, y prácticamente todos se plantearon si Rajoy se había equivocado y esta alternativa de dejar en manos de los ciudadanos una decisión tan importante podría hacer que le saliera “el tiro por la culata”.
 
“¿Para qué todo esto?” es una pregunta que se hizo en varias ocasiones durante la tertulia, y aunque hubo respuestas de todo tipo, la evidencia brilló por su ausencia. Una de las respuestas más apoyadas fue la que planteó uno de los participantes, que alegó que, probablemente, los independentistas buscan negociar no para separarse de España como objetivo principal, sino para conseguir mejores acuerdos que los beneficien, más poder y más dinero, generando “una lucha de oligarquías” con la táctica de “sacar de quicio” al Estado español. Así, las principales críticas en el bando independentista se las llevó Puigdemont, aunque el gobierno central con sus actuaciones tampoco salió de rositas, ya que muchos consideraron que las medidas que se están llevando a cabo “no son suficientes” y no están favoreciendo al país. Además, la gran parte se posicionó del lado de aquellos catalanes que se consideran españoles y que no quieren la independencia, “porque el Estado los ha traicionado”, aseguró uno de los tertulianos.
 
Como no hay mal que por bien no venga, en el debate también se habló del “despertar” de Cataluña. A pesar de los grandes revuelos, el miedo y la imagen en los medios de comunicación de aquellos que luchan por la separación, una de las asistentes hizo hincapié en la valentía de esa mayoría que también ha salido a la calle para decir “no” a la independencia, “porque no es fácil ir al metro con la bandera de España y muchos lo han hecho”, agregó. Ante tal planteamiento, otro de los asistentes habló de esos dos bloques contrarios que están saliendo para luchar por sus ideales “mientras las élites actúan desde sus despachos”.
 
Que la independencia no es posible es la afirmación que defendió la mayoría, “porque necesitan  el apoyo de Europa”, lo que hizo creer a los tertulianos que esta iniciativa impulsada por los separatistas “para obtener más privilegios en España”, destacó uno de los presentes, no llegará a buen puerto bajo ningún concepto.
 
Alguno también planteó, durante la velada, la opción de que no sólo se produjeran cambios en la Constitución -si así fuera- para los catalanes, sino que dichas modificaciones se extendieran a otros asuntos para “salir ganando todos los españoles y no sólo ellos”, señaló. Porque son muchos los que ven injusta una posible negociación a favor de los intereses de los independentistas frente a las necesidades que existen en España en la actualidad.
 
Más críticas para Rajoy y hacia la importancia que tanto él como su equipo dan a las autonomías por encima del bienestar del Estado en su conjunto. Una buena parte de los tertulianos se atrevieron a aseverar que el presidente del gobierno español “tiene miedo a aplicar la ley” y a “ir a por los golpistas”, porque para el juicio de muchos esto es lo que debería hacer.
 
Conscientes de que los representantes del pueblo catalán han llegado a donde están porque los ciudadanos los han elegido, no creen que por ello la mayoría quiera la separación, por el contrario, la mayor parte defendió que se trata de “cuatro gatos” motivados por “cuatro señores locos sin salida”, que están aislados a nivel internacional y a los que no hay que considerar víctimas, bajo ningún concepto.
 
Son muchos los que determinaron que la situación a la que se ha llegado se debe a “una dejación del Gobierno”, que dejó pasar las advertencias y nunca creyó de verdad que Cataluña se atreviera a dar este paso, después de “décadas de adoctrinamiento”, resaltaron. Así, ante lo que consideraron una “ausencia de la sociedad civil” en el país, apostaron por la unión de las diferentes fuerzas políticas para lograr poner punto final a este tema sin que los españoles que quieran visitar la comunidad catalana en un futuro tengan que utilizar pasaporte para entrar y salir del que podría convertirse en un Estado independiente.
 
 
El Confesor, de José Alberto Callejo
 
En la misma línea y con un hilo de conexión importante con el tema catalán, Almenara presentó, un poco después de la mitad de la tertulia, a José Alberto Callejo, socio del restaurante KGB, así como exdirector de marketing del Málaga Club de Fútbol y autor de la novela El Confesor. La obra fue objeto de atención por parte de los asistentes que escucharon la trama que envuelve cada una de las páginas creadas a partir de la observación real del autor de “gente indignada” en España.
 
Como buen especialista en marketing, Callejo -natural de México- no sólo se ha centrado en escribirla sino que ha ido más allá y ha buscado una forma de interacción con sus lectores. De esta manera, los que hayan disfrutado de su novela pueden hacer preguntas sobre los personajes o dar su opinión al respecto a través de whatsapp con un número de teléfono móvil que aparece en el libro y que está en manos del escritor.
 
Ética, moral, justicia, dos caras de una misma moneda, buenos y malos. Alrededor de estas cuestiones gira la historia creada por Callejo que sitúa a los lectores -tanto como situó a los tertulianos el pasado lunes- en un debate sobre justicia o moral. Así, el protagonista principal tortura y mata a un prófugo acusado de pederastia e infanticidio, lo que lleva a cuestionar sobre si determinados delitos pueden o no estar justificados si se trata de un “bien social”. Entre preguntas y respuestas, los participantes en la tertulia llegaron al nexo de unión con el tema de Cataluña: el “buenismo” que muchos defendieron que existe en la actualidad en la justicia española, lo que ha podido desembocar en que grupos determinados -como los independentistas- no hayan tenido miedo a la hora de dar un paso adelante con la separación.
 
“Hay que ser duros con la delincuencia”, aseguró el autor de la novela sin olvidar dar a conocer las barbaries de las que ha sido testigo en México. En la misma línea, agregó que “no se puede dar derechos humanos a un pueblo armado e inculto” y que la fórmula que considera correcta consiste en “primero desarmar, luego educar y después dar esos derechos”. Además, no dudó a la hora de comparar el principio del “desmadre” en su país, en 1980, “con el buenismo”, y la situación que está sufriendo ahora España, “porque estoy viviendo lo mismo”, señaló.
 
Ante esta afirmación tuvo respuestas de todo tipo, pero una abogada penalista presente en la velada destacó que era imposible comparar ambos países, ya que“en México la policía es corrupta y aquí los casos de corrupción son puntuales”, aseveró.
 
Desde el punto de vista contrario, Vicente Almenara intervino y puntualizó que a los que vivieron la época de la transición española se les educó “con el buenismo” y con los ideales del consenso y un largo etcétera, resaltando además que las consecuencias “las estamos viendo ahora”, con los catalanes “actuando” y los vascos “observando”. De ahí la necesidad que muchos creyeron de dejar a un lado el artículo 155 e ir directamente a la aplicación del 116, mucho más duro.
 
¿Incumplir la ley para hacer justicia? Algunos de los tertulianos apostaron por ello, pero la moral de otros se lo impedía. Opiniones para todos gustos y argumentos realmente convincentes que llevaron a la conclusión de que el Gobierno Español “no sabe llevar las riendas”, mostrando un “descontrol importante” y con “un miedo tremendo” a aplicar la ley.
 
Según Callejo, la clave está en saber escuchar a la gente de a pie y prestar atención a lo que pide y necesita la sociedad, porque son éstos los que viven en primera persona las principales injusticias y los que sufren las decisiones de aquellos que tienen el poder. Aunque durante la tertulia hubo una leve confusión sobre si lo contrario de buenismo es dictadura -un planteamiento que negó la gran mayoría-, el autor de la novela invitado aseguró que, desde su punto de vista, este término, buenismo,  significa permisividad. La misma que, según muchos de los presentes en la velada, ha llevado a que los independentistas hayan logrado una inestabilidad del Gobierno de España, país que por ahora sigue siendo uno solo. Y que, tras el criterio expuesto por la mayor parte de los tertulianos, así seguirá a pesar de los intentos de Puigdemont y los suyos, “porque nosotros somos más”, intervino uno de los participantes. 

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
CAPTCHA
This question is for testing whether you are a human visitor and to prevent automated spam submissions.
Image CAPTCHA
Enter the characters shown in the image.

Origen de la Tertulia

La Tertulia del Congreso de Málaga vio la luz el 10 de junio de 1991 en El Árbol de Reding por iniciativa de quien esto escribe, quien convocó a algunos amigos para hablar de asuntos de actualidad y de fondo que despiertan la curiosidad intelectual...

Comentarios recientes

No hay comentarios disponibles.

Inicio de sesión

CAPTCHA
This question is for testing whether you are a human visitor and to prevent automated spam submissions.
Image CAPTCHA
Enter the characters shown in the image.