Sheri Berman, profesora de Ciencia Política en el Barnard College.
Todavía más preocupante, muchos ciudadanos dicen que la inmigración está cambiando sus países para peor, y muchos votantes de izquierdas creen que las posturas de sus partidos sobre la inmigración están muy alejadas de las suyas. Si la izquierda quiere contrarrestar las preocupaciones sobre la inmigración y el aprovechamiento que hace la derecha, necesita construir mejores argumentos y políticas que hasta ahora.
Algunas de esas preocupaciones son económicas. Aunque la inmigración, como la globalización y los cambios tecnológicos, son positivos para la sociedad en su conjunto, los beneficios se sienten sobre todo en las áreas urbanas y cosmopolitas con élites muy educadas, mientras que sus inconvenientes se notan sobre todo en las zonas rurales y otras en las que viven los trabajadores menos educados y menos cualificados. El hecho de que la inmigración, en general, aporte más trabajadores no cualificados que cualificados, en una época en la que los trabajos poco cualificados y bien pagados escasean, es quizá el motivo de que los trabajadores en puestos poco cualificados sean los que más suelen temer la competencia de los inmigrantes, también poco cualificados.
El País. 18 de enero de 2019
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